La Fundación Carlos III distingue a la Casa de la Libertad

La Fundación Carlos III reconoce la labor histórica y cultural de la Casa de la Libertad y distingue al director Mario Linares por su trayectoria y compromiso cívico.

La Fundación Carlos III otorga distinción honorífica a la Casa de la Libertad por su aporte histórico y cultural a Iberoamérica

Desde la cuna donde se firmó el nacimiento de Bolivia como república, la Casa de la Libertad ha sido mucho más que una edificación patrimonial: es un símbolo vivo de memoria, identidad y proyección iberoamericana. Por esta razón, la Fundación Carlos III del Reino de España, en una ceremonia solemne, la distinguió como Miembro de Honor, reconociendo su labor histórica, cultural y formativa en el marco de los valores compartidos por las naciones de habla hispana.

El evento congregó a autoridades académicas, representantes institucionales y líderes culturales, entre ellos, el rector de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, Ing. Walter Arízaga Cervantes, el Arzobispo Emérito, Ilmo. Monseñor, D. Jesús Juarez, y el director custodio de la Casa de la Libertad, D. Mario Linares Urioste.

En palabras de D. Carlos Escudero de Burón y González, presidente de la Fundación, este homenaje responde al “trabajo incansable, la generosidad y el compromiso con la verdad histórica que la Casa de la Libertad representa para toda Hispanoamérica”. Añadió que su legado es fruto del esfuerzo colectivo de sus funcionarios y del liderazgo de su actual director.

Precisamente, el director custodio de la Casa de la Libertad, Don Mario Linares Urioste, recibió a título personal el nombramiento como Miembro de Mérito, por su trayectoria profesional ejemplar y su entrega al servicio cultural. El acta le reconoce como “profesional altruista y custodio fiel del patrimonio común de nuestros pueblos”.

La lectura del acta fue realizada por la vicepresidenta del Capítulo Iberoamericano de la Fundación Carlos III, Dña. Vanessa Pereira Durán, quien subrayó que estas distinciones representan “una dignidad internacional de carácter benemérito, en virtud del compromiso institucional y humano con la verdad, la historia y la identidad compartida”.

Durante su intervención, Linares agradeció con profundidad el gesto recibido, recordando que el destino común entre España y Bolivia se forja hoy a través del respeto mutuo, la cooperación cultural y la reconstrucción histórica con visión compartida.

Este reconocimiento no solo honra el pasado, sino que proyecta hacia el futuro la responsabilidad de seguir consolidando puentes entre instituciones que promueven el pensamiento, el patrimonio y la conciencia histórica como motores de transformación.